Tras largas entrevistas, en ocasiones, durante meses, contratas al directivo o al profesional adecuado para tu equipo…
¿Y después? Llega el momento de que esa persona se involucre en la empresa, crezca y se desarrolle y fundamentalmente, que sea una pieza importante en el propio crecimiento del negocio
Talento, talento, talento. Es uno de los objetivos fundamentales hoy en día. Que cada persona desarrolle al máximo su potencial para que lo comparta con el resto del equipo
¿Se consigue? No siempre. Así, lo pudimos comprobar en los más de 20 años desempeñando cargos ejecutivos y responsabilidades en departamentos de Recursos Humanos y Alta Dirección